Desde hace años existe en el mundo del posicionamiento web, un debate que ha generado gran cantidad de artículos: la comparación entre técnicas SEO y técnicas SEM. La correcta elección del método de posicionamiento adecuado tiene que ver, entre otros factores, con los objetivos de la empresa que deben estar fijados en su plan de comunicación.La irrupción de las redes sociales y el uso masivo que de ellas se utiliza en el mundo internet ha abierto una nueva vía que sumar a este debate dentro del marketing online, el SMO o la optimización de los medios sociales.
El SMO utiliza los beneficios que las redes sociales brindan a los profesionales de marketing para publicitar y difundir a través de la red, y es una herramienta de primer orden en los procesos de branding o «construcción de marca».
Una de las ventajas que presenta el SMO es su poder de viralidad: la capacidad de compartir contenidos y difundirlos hace que lo que antes era costoso en una campaña de marketing (a nivel técnico y de presupuesto) ahora sea más accesible para cualquier empresa. El efecto «boca a boca» producido mediante las redes sociales hace que cualquier marca pueda competir en igualdad de condiciones, independientemente del tamaño de la misma.
A esto hay que sumar la capacidad intrínseca de las redes sociales a la hora de conseguir posicionamiento. La utilización de las mismas como método para conseguir una buena posición de marca compite con las técnicas habituales, ya sean naturales o de pago. Pero no son excluyentes entre sí, sino que la conjunción de las tres puede dar unos resultados óptimos en la presencia y reputación en internet.
Y es aquí donde es importante la labor del Community Manager, para realizar tanto la correcta elección de los canales sociales para la difusión de la marca como la gestión de los mismos. También dentro de sus atribuciones se encuentra conocer cómo se mueve la competencia y generar diferencia tanto en contenidos como en la difusión.
A menudo estas labores las suele compaginar con procesos de analítica web. La extracción de resultados, presentación de los mismos y la corrección o adición de nuevos procesos suelen añadirse a las atribuciones que un Community Manager suele realizar en una empresa.
Pero no son sólo estas tareas las que debe realizar el responsable de gestión de las redes sociales de una empresa. Una de las labores más difíciles que debe de abarcar es la gestión de crisis de marca en las redes. Esta se produce debido a la total apertura de las mismas, lo que se traduce en que cualquier usuario puede incluir comentarios que pueden resultar negativos para la marca y que unido a la viralidad de las mismas, puede amplificar en gran medida. El buen profesional debe saber cómo revertir estas situaciones e incluso sacar provecho de las mismas, convirtiéndolas en oportunidades para mostrar la fortaleza de la empresa y las habilidades del propio gestor.
La creación de contenido novedoso y útil para el cliente debe ser la primera piedra sobre la que construir nuestro edificio. Ahora a las habituales técnicas de SEO y SEM, debemos por lo tanto valorar y añadir la presencia en redes sociales. La gestión de las mismas, la habilidad del equipo profesional que gestiona todo el marketing online de la empresa y la implicación de los distintos departamentos de la misma, dará como resultado una presencia en la red óptima para la consecución de los objetivos que nos hayamos marcado.
Imagen por Nscap.