Una frase que solemos escuchar en la actualidad es que “la tecnología está cambiando la manera de hacer negocios”. Y es que su evolución ha obligado a numerosas empresas a cambiar su diseño empresarial, impactando a su vez sus procesos y su manera de trabajar.
En un mundo tan globalizado, cada vez son más las empresas que se ven envueltas en relaciones de trabajo con personas que hablan diferentes lenguajes, que viven en distintas zonas geográficas y que, por lo tanto, están sujetas a diferentes jurisdicciones.
Ante esta situación y con la llegada del Blockchain, surge un nuevo modelo de negocio conocido como DAO por sus siglas en inglés (Decentralized autonomous organization) que promete superar los límites de las empresas tradicionales. Ésta hace referencia a un tipo de organización que es regida en su totalidad por algoritmos computacionales. Como tal, tiene la habilidad de operar de manera autónoma, sin necesitar de una autoridad central.
Empresas tradicionales vs DAO
Las DAO son organizaciones dirigidas por protocolos de código abierto. Estos protocolos (que constituyen algoritmos computacionales) son conocidos como Smart Contracts y se encargan de definir cómo deben trabajar las partes involucradas. En ellas no hay acuerdos bilaterales. Existe sólo una ley empleada: el protocolo o contrato inteligente, que determina el comportamiento de todos los que conforman la red.
En las empresas tradicionales, todos sus integrantes poseen contratos de trabajo que regulan la relación laboral que tiene cada trabajador con la organización y con sus compañeros. Dentro de estos contratos se estipulan, además, sus derechos y obligaciones basados en la ley del país en el que residen.
Las DAO, por su parte, reúnen a un conjunto de personas que colaboran entre sí con un objetivo común de acuerdo a un protocolo de código abierto. Éstas son recompensadas por realizar tareas con tokens que son usualmente nativos de la red. Los integrantes de una DAO no están vinculados por un cuerpo legal, ni toman parte de ningún contrato legal formal. Al estar basadas en el Blockchain y en Smart Contracts, reducen altos costes de administración (que sí tienen que asumir las empresas tradicionales) y no necesitan de una tercera entidad de confianza que verifique la fiabilidad de las decisiones tomadas por alguna de las partes.
Las DAO tienen por misión mejorar un problema de gobernanza que ha existido desde la antigüedad dentro de las empresas tradicionales, que se conoce como el dilema agente-principal. Este problema se refiere a las situaciones que surgen cuando un actor económico (el principal) depende de acciones o de la naturaleza de otro actor (el agente), teniendo este último menos información de la que debe. Estos casos aumentan dependiendo del nivel de asimetría de la información presente. Un ejemplo de esto es un político que actúe en nombre de los ciudadanos.
Una DAO es una organización que puede generar ingresos al ofrecer un servicio, pero que no toma en cuenta ni salarios ni intermediarios. Además, organiza a sus colaboradores basándose en un sistema de gestión empresarial conocido como “smart working”, en donde cada trabajador es responsable de definir su horario de trabajo y la manera en la que repartirá sus tareas.
Esta modalidad de trabajo se adapta al modelo descentralizado que siguen las DAO y trae consigo numerosos beneficios para dichas organizaciones, entre los que encontramos el reclutamiento internacional, que amplía las posibilidades de encontrar un perfil que se ajuste a las necesidades de la empresa.
Otro beneficio es la carencia de un espacio físico en donde se reúnan los integrantes de la DAO, pues se traduce en ahorro para las organizaciones, al no tener que cubrir cuotas de alquileres o de material de oficina.
Este tipo de trabajo remoto avanzado permite una participación flexible de los miembros, permitiendo que éstos trabajen donde y cuando quieran, lo que origina que el trabajo no se detenga ni por atascos, ni por condiciones meteorológicas. Por ello, las organizaciones autónomas descentralizadas se consideran un modelo de negocio más beneficioso y objetivo, que sólo tienen un norte: proteger el negocio.
Características de una DAO
Las DAO son un tipo de organización particular que se fundamentan en características no tradicionales. Éstas son:
–Contratos inteligentes: como se mencionó anteriormente, este tipo de organizaciones se basan en una norma general, la del Smart Contract. Los contratos inteligentes están formados por comandos de códigos de programación. Tiene validez sin depender de ningún ente legal.
–Código Open Source: las DAO son organizaciones que buscan crear una comunidad basada en la colaboración. Por ello, cualquier persona puede formar parte de ellas. Por tanto, promueven el código abierto accesible por todos.
–Retribución en tokens: al estar basadas en Blockchain, el incentivo hacia los participantes de la empresa suele darse en forma de tokens, usualmente uno propio de la red.
–Poder de decisión equitativo: para formar parte de una DAO, los usuarios deben invertir en la misma, ya sea al inicio o con una retención de su retribución por cada tarea. Esto les da automáticamente el derecho de decidir sobre cualquier acción tomada por la organización.
–Decisiones descentralizadas: cualquier propuesta de la DAO debe ser aprobada por la mayoría de sus participantes mediante votación.
Desventajas de las DAO
Como se mencionó anteriormente, cualquier toma de decisiones dentro de una DAO debe de ser aprobada por sus integrantes. Esto trae consigo problemas o consecuencias cuando se evidencia falta de participación en la votación, ya que esto supone el estancamiento de la organización.
Otra problemática se evidencia dentro de la misma concepción de la organización, ya que esta se entiende como una “asociación general” y, por tanto, todos sus integrantes poseen igual responsabilidad ante cualquier acción judicial o problema económico al que se enfrente la empresa.
En conclusión, este nuevo modelo de negocio promete grandes beneficios en el futuro, desde empresas cuyas transacciones sean transparentes hasta decisiones descentralizadas dentro de la misma, que incluyan a todos los participantes de la organización sin distinción. Además, las comisiones que las empresas pagan a intermediarios podrían reducirse drásticamente si éstas se abren a la descentralización.
Merece la pena sin duda mantenerlas en la mira, ya que para muchos representan la idea de una organización sin líderes y que promueve el uso de criptomonedas al mismo tiempo.