No cabe duda de que la informática es uno de los sectores con mayor brecha de género, como demuestra un reciente estudio publicado por el Ministerio de Educación con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Según este informe, el porcentaje de hombres es muy superior en disciplinas tecnológicas e informáticas y la brecha va en un aumento: por ejemplo, en el curso 2000-2001, el porcentaje de alumnas en los grados superiores de FP de Informática rozaba el 27%, mientras que en el curso 2019-2020 se situó en el 10%.
Otro estudio realizado por EY, El desafío de las vocaciones STEM, constata que España se sitúa en la posición 12 dentro de la UE a nivel de porcentaje de graduados en STEM, con una diferencia entre sexos de 17 puntos. El documento también destaca que, si bien en la universidad las chicas forman el colectivo mayoritario (55%), la representación de éstas en las ingenierías no supera el 25%.
Dada esta situación, es cuando menos curioso que la persona que escribió el primer programa de ordenador de la Historia fuera una mujer. Hoy os contamos un poco más sobre ella.
Augusta Ada King, Condesa de Lovelace (1815 – 1852), conocida habitualmente como Ada Byron o Ada Lovelace, fue una matemática y escritora británica, hija del famoso poeta Lord Byron (aunque poco después de su nacimiento, éste abandonó Inglaterra huyendo de sus acreedores y de numerosos escándalos y Ada nunca volvería a verlo). Pero Ada no es mundialmente conocida por ser la hija de Lord Byron: su fama se debe principalmente a su excelente trabajo con la máquina calculadora mecánica de uso general de Babbage o Máquina Analítica.
Lamentablemente, Ada no gozó de una gran salud a lo largo de su vida. A los siete años contrajo una enfermedad que la tuvo postrada en cama durante varios meses. Y a los catorce, perdió temporalmente la movilidad de sus piernas como consecuencia de un grave sarampión. Esto condujo a la joven a dedicar mucho tiempo a leer y estudiar. Además, su madre le dio una completa y estricta educación. Quiso que, como ella, su hija tuviera una formación científica y contrató a la prestigiosa matemática y astrónoma escocesa Mary Somerville para educarla. Ada tuvo oportunidad de viajar por las regiones más industrializadas de Inglaterra, y allí conoció las máquinas más novedosas como el «telar de Jacquard«, un telar mecánico inventado por Joseph Marie Jacquard y que ya utilizaba tarjetas perforadas para funcionar.
Cuando cumplió 18 años, Ada empezó a asistir a fiestas de la alta sociedad y en una de ellas conoció al matemático Charles Babbage, que había diseñado una máquina analítica para ejecutar programas de tabulación o computación. El invento de Babbage la entusiasmó: la joven pensó que aquel invento demostraba que en el futuro las máquinas cambiarían la vida de las personas.
En 1835, Ada contrajo matrimonio con William King-Noel, Lord Lovelace y se convirtió en Lady King (a partir de ese momento siempre firmaría como Ada Lovelace). En aquella época ya sufría problemas digestivos y respiratorios que al ser tratados con opiáceos le provocaron delirios y cambios bruscos de humor.
En 1842, Ada realizó su único trabajo profesional: la revista Scientific Memoirs le encargó la traducción de un artículo escrito en francés por el ingeniero militar italiano Luigi Menabrea en el que se describía la máquina analítica de Babbage. Ella fue más allá y publicó el artículo con abundantes anotaciones, en las que teorizaba sobre el funcionamiento de la máquina. Estas notas, firmadas con las iniciales AAL para ocultar su identidad, no serían publicadas con su verdadero nombre hasta 1953. Y acabaron siendo más famosas que la propia traducción del artículo, ya que Ada fue capaz de desarrollar varios conceptos visionarios. El más importante es el que se refiere al funcionamiento del algoritmo informático: Ada tomó como ejemplo los números de Bernoulli, una serie infinita de cifras que describen, por medio de un diagrama, las operaciones que la máquina de Babbage tendría que realizar para poder calcularlas.