Desde este foro de opinión que es el Blog de Alvantia , quisiéramos trasladar nuestra humilde visión de la situación y contexto que estamos viviendo durante estos días, y los que vendrán, desde un punto de vista estrictamente económico/financiero y particularmente desde un sencillo análisis y previsión de lo que puede ocurrir en los próximos meses, en particular con la liquidez que necesitará el tejido de las Pymes y los autónomos de nuestro país.
Estamos viviendo una situación excepcional, anormal, sin parangón previo en varias generaciones: una pandemia de tiempos modernos. Nuestra propia forma de vida, nuestra interrelación, nuestra globalización, nuestro afán por estar en todos lados, por vender en todos los sitios, por consumir, por conocer mundo, por interrelacionarnos, por compartir todo, por estar al cabo de todo,… una sociedad donde trasladarse no es problema, donde la comunicación y el acceso a la información es global, donde los proveedores y servicios son potencialmente universales, todo accesible, todo contratable, todo es posible,… donde la vida parece que sólo se entiende si la vivimos de una forma electrizante, activa, de manera trepidante y sin pausa, absorbiendo los días, las semanas,… donde en general no estamos acostumbrados a que nos falte lo primordial, lo básico, donde estamos “poco acostumbrados a sufrir”,… Todo esto es, sin duda, nuestra sociedad actual, nuestra moderna forma occidental de entender la vida. No lo criticamos, sólo lo exponemos y presentamos como es, como un hecho real que quizás haya sido el gran causante de nuestro momento actual, el acelerador de una situación sobrevenida de la que todavía nos estamos preguntando cómo hemos podido llegar hasta aquí.
Hoy es día 30 de marzo, estamos pues, sin lugar a dudas, en el ojo del huracán, en la zona cero de la pandemia. Nuestra visión de la situación, a día de hoy es ciertamente compleja y delicada: las libertades se constriñen, muchas empresas se paran, los trabajadores se despiden temporalmente, los estudios de nuestros hijos se congelan, toda actividad de ocio desaparece, … y, sobre todo, miles de personas están sufriendo una situación inaudita, inconcebible hace solo dos o tres meses, con familiares afectados, sufriendo, muriendo y con miles de valientes dedicando su esfuerzo a sacarnos de ésta lo mejor posible, en los hospitales, en la calle, en las carreteras o en los cultivos.
¿Qué podemos hacer, cómo podemos ayudar? nos preguntamos no pocos desde nuestro encierro, aislamiento, confinamiento, … La verdad es que habrá infinidad de medidas y decisiones a tomar, tanto desde el punto de vista la Administración General del Estado como desde el punto de vista de las empresas, negocios, comercios, … Muchas decisiones tremendamente drásticas y difíciles que sólo pueden entenderse en este marco y bajo una idea de supervivencia y futura continuidad.
Desde el punto de vista de la Financiación Comercial, es evidente que la repercusión será también tremenda, ventas que se dejan de hacer, ingresos que no se obtiene y obligaciones de pago que no podrán atenderse, tanto con los proveedores como con los bancos. Es claro que cada uno deberá valorar lo mejor posible las consecuencias de esta situación y tratar de manejar las herramientas, capacidades y productos que podamos tener a nuestro alcance, bien por nuestros medios, bien por ser facilitados por terceros (Bancos, Empresas, Gobierno).
Ahora más que nunca es cuando una Pyme, un negocio debe valorar cómo va a ser el flujo de circulante de su empresa, cuál su fondo de maniobra, su flujo neto de caja o como lo queramos denominar; en definitiva, cuál será la liquidez que necesita para que su actividad siga funcionando y pase los próximos meses de dificultad. Es decir, nada nuevo, pues este concepto de flujo de cobros y pagos y de liquidez necesaria es algo que bien conoce el empresario para hacer que su negocio funcione día a día y para que el círculo virtual/real de su actividad no se pare.
¿Qué medidas o soluciones pueden aparecer ahora especialmente interesantes? En un escenario de potencial recesión, de clara crisis, de posible falta de confianza, de recuperación… es muy importante, en primer lugar, aportar seguridad a los proveedores que nos suministran. Para esto existen soluciones en nuestro mercado que nos pueden ayudar:
-Montar una línea de Confirming con Pago Demorado o una línea de Pago Financiado puede ayudarnos a conseguir lo que más necesitamos ahora: hacer que los proveedores nos suministren, que no duden de que les vamos a pagar en plazo.
-Facilitarnos línea de financiación para esos pagos, sistemas que nos permitan, en caso de necesidad, demorar el pago de las remesas a la entidad con un plazo adicional al que hubiésemos pactado con nuestros proveedores.
-Facilitar una línea de financiación indiscriminada a nuestros proveedores. Estos mecanismos son ahora más que nunca herramientas que debemos considerar para salir adelante.
Otras soluciones que nos facilitan liquidez, circulante, que nos ayudan a no parar la cadena de suministro están en el lado de los cobros: activar los créditos que podamos generar sobre nuestros clientes mediante líneas de factoring o simplemente mediante líneas de anticipo de facturas, son soluciones de generación de liquidez inmediata que tienen ahora un sentido de necesidad muy relevante.
Pero, nos preguntaremos, ¿estarán los bancos dispuestos a concederme una línea en estos productos? Es evidente que las entidades también se estarán preguntando cómo poder ayudar a sus clientes, cómo facilitar esa liquidez que es la “sangre de la empresa”. Hay que considerar las líneas de ayuda y garantía que bien el Gobierno, bien La Comunidad Europea pueda poner en marcha a través de las instituciones que tienen este cometido. También es muy importante valorar que para conseguir estas líneas de las entidades con las que trabajamos, debemos transmitir y compartir nuestro plan, demostrar que tenemos la capacidad y resistencia para salir adelante y que lo únicamente necesitamos es tiempo y apoyo.
En definitiva, asegurar el pago a los proveedores, generar confianza, obtener liquidez de manera rápida respecto de las ventas que realizamos, obtener ampliaciones de plazo con nuestras entidades, … son fórmulas que debemos valorar en un momento donde todos debemos ponernos en el estado de alarma que estamos y vamos a vivir, donde la interlocución continua, la colaboración y el apoyo mutuo debe ser una forma de salir adelante entre todos.